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Coaching Liderazgo

¿Cómo conseguir los objetivos marcados?

ggurkijo May 03

¿Cómo conseguir tus objetivos?

¿En que aspectos nos debemos basar para cumplir las metas propuestas?

Pasión

Para conseguir los objetivos marcados lo primero que tiene que sentir una persona es pasión por lo que hace y vivir por y para ello, de esta manera estará un poco más cerca de conseguir su objetivo.

Cuando alguien se marca un objetivo/ meta final, tiene que dejar muchas cosas de lado y centrarse de una manera más a fondo en lo que realmente quiere conseguir, y vivir de una forma lo más adecuada posible que le permita acercarse lo máximo posible a la meta final que se ha marcado.

Este tipo de vida tiene que ir relacionado con lo que quiero llegar a conseguir, esto conlleva una serie de esfuerzos, sacrificio, pagar, sufrir una serie de consecuencias que mucha gente no está dispuesta a realizar.

Sólo la gente que esté dispuesta a realizar este tipo de esfuerzos estará consiguiendo acercarse de una manera más próxima que las personas que no estén dispuestas a hacerlo.

Lo que mucha gente no sabe, es que la forma en la que vives las cosas está relacionada totalmente con la forma de vivir la vida. Una persona que vive con pasión se desvive por lo que hace y lo transmite a la gente de su alrededor, esa persona transmitirá esa serie de valores en cualquier momento en su vida.

Si no demostramos ni tenemos esta pasión, jamás disfrutaremos al 100% del proceso y de este modo, no conseguiremos jamás llegar a dar nuestra mejor versión. Nos acercaremos a dar nuestra mejor versión, pero nunca la daremos porque no lo estamos haciendo con la pasión suficiente, no nos sale del corazón y no nos pone la piel de gallina lo que realmente estamos haciendo.

Debemos tener claro que cuándo se está haciendo lo que realmente te gusta, te apasiona, por lo que has dejado muchas en el camino para intentar conseguir tu objetivo y le estás dedicando tu vida en cuerpo y alma, si no ve y no tiene ese empujón de pasión por parte de la persona que lo realiza, jamás se va a ver que realmente te apasiona y qué harías lo que fuera imposible por luchar y conseguir eso que tú dices que tanto deseas.

Os pongo un ejemplo, yo tengo 2 amigos que jugaban a fútbol y a los dos les gustaba todo lo que era relacionado con el fútbol, pero cada uno lo vivía de una manera muy distinta. El primero, era un jugador zurdo con muchísima calidad y tenía todas las cualidades técnicas para poder jugar dónde él quisiera, pero había algo que le lastraba de una forma muy amplia, no le gustaba sufrir lo suficiente, no vivía el fútbol con la pasión suficiente como para conseguir algo grande, le gustaba mucho salir de fiesta y no cuidarse.

En definitiva, no se desvivía ni le apasionaba lo suficiente lo que estaba haciendo.

Mientras el otro chico, era una persona que se desvivía por el fútbol, todo lo que hacía y relacionaba su vida estaba relacionado con su objetivo final en todo momento. Era un jugador con mucha calidad técnica, táctica, física, pero tenía algo distinto al jugador sujeto número 1, psicológicamente era una persona más asentada lo que le llevaba a estar centrado en todo momento en su meta final.

Se cuidaba, tenía las horas adecuadas de sueño, cuidaba su alimentación y todo lo que está relacionado para conseguir dar tu mejor versión.

Vivía de tal manera su vida y lo que le apasionaba, que nos transmitía una seguridad increíble de que iba a conseguir su meta final cuándo nos decía que él estaba seguro de que lo iba a conseguir y que iba a ser jugador profesional de fútbol.

Hoy en día, el sujeto número 1 que tenía una gran calidad técnica pero no vivía cómo se debía para conseguir su meta, ha dejado el fútbol a los 27 años, mientras que el sujeto número 2 no sólo ha llegado al alto rendimiento, sino que ha jugado con la Selección de Euskadi y lleva 9 temporadas jugando en primera división siendo 5 de ellas el portero titular de un equipo de primer nivel en la Liga Española.

 

Talento

Cómo explico en el párrafo anterior, solo el talento no sirvió para poder conseguir su objetivo, sino que al ver que eso no le llevaba a lo que el sujeto número 1 quería decidió retirarse de la práctica deportiva que tantas alegrías le había dado durante muchos años.

Otro de las claves para llegar a la meta final es el talento. Como digo anteriormente, el talento solo no te lleva a alcanzar lo que te estás marcando como objetivo.

Este tiene que ir acompañado de la pasión cómo hemos dicho en el punto anterior sin eso, no puedes conseguir el objetivo. El talento es algo innato que muchas veces viene con el jugador, pero si no se entrena se acaba perdiendo.

Muchos deportistas que sólo con su talento van a llegar al objetivo, pero están completamente confundidos, si no tienes la pasión suficiente y vives por y para ello, jamás llegarás a ser un deportista de alto rendimiento.

Muchos de ellos cuando llegan a una edad en los que el deporte les pido más sacrificio, suele dejar la actividad deportiva debido a que ven que lo que ellos se pensaba que les valía no les vale para poder seguir competiendo en el máximo nivel.

Una manera para poder disminuir los casos de deportistas que dejan la práctica deportiva de manera desmotivada porque ven que lo que hacen no los lleva al puerto que ellos quieren para conseguir sus metas, habría que dar importancia a una serie de puntos:

 

Con estos 4 puntos, conseguiremos que disminuya esa curva que en los últimos años se está dando mucho en jóvenes de entre los 15-18 años. Dejan la práctica deportiva porque no alcanzan sus objetivos debido a la presión que reciben de su entorno (padres, familia, amigos, entrenadores, representantes).

Por eso deberían marcarse objetivos al principio a corto plazo que no sean otros como la mejora continua, disfrutar, aprender cada día cosas nuevas y valorar el proceso que están haciendo en el largo camino hasta llegar al alto rendimiento.

Al inicio de una carrera deportiva desde nuestro entorno se debería enseñar una serie de valores como son el compañerismo, compromiso, confianza, seguridad en uno mismo. Estos valores, nos llevarán a disfrutar más del camino y no sólo centrarnos en objetivos futuros que no sabremos si los conseguiremos o no.

Hay que pensar y vivir más el presente y no el futuro. Solo de esta manera, disfrutaremos del proceso.

Mediante estos valores que nos inculcarán en los inicios de nuestra actividad deportiva sabremos si realmente lo que estamos haciendo nos gusta, nos apasiona y daríamos toda nuestra vida por ello.

En muchos casos, se inicia en un deporte porque el padre no ha conseguido su objetivo y quiere que su hijo lo consiga sí o sí, generando una frustración importante en el niño debido a las presiones que recibe constantemente desde su entorno.

Cómo decía en párrafos anteriores, hay que marcarse unas metas de proceso y una final. Las de proceso tienen que ser objetivos a corto plazo para ver si las vamos cumpliendo en nuestro camino, pero esas metas tienen que llevarnos a nuestra meta final que no será otra que llegar a competir en el alto rendimiento.

Para conseguir esa meta final, habrá que sacrificar muchas cosas que otros no lo harían, pero tendremos que hacerlo si queremos llegar al peaje que nos hemos marcado.

Nos podemos marcar objetivos de diferentes maneras:

  • Corto plazo: 1 año
  • Medio plazo: De 1-3 años
  • Largo plazo: De 3-5 años

 

Equilibrio

Otro de los puntos importantes para conseguir los objetivos es el equilibrio. En este punto explicaremos la vital importancia de este punto en los deportistas a la hora de poder conseguir sus objetivos y poder dar su mejor versión en cualquier momento…

Hoy en día en el fútbol, todavía se sigue dando mucha más importancia a aspectos físicos, tácticos y técnicos que al aspecto mental y psicológico del jugador. Los clubs están empezando a meter dentro del cuerpo técnico a psicólogos y coach, pero todavía queda mucho para que se valore por desgracia su trabajo cómo realmente se merece.

Muchos deportistas del alto rendimiento ya disponen y trabajan con un coach personal fuera del terreno de juego, para conseguir tener un rendimiento óptimo y regular.

Los coach se convierten en algo más que un técnico debido a que generan una unión tan fuerte que consiguen que el deportista se suelte y le cuente totalmente con tal de que el coach le ayude a sacar su mejor versión en todos los aspectos de su vida.

Para que el deportista tenga un equilibrio, necesitad tener una estabilidad emocional tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Es de vital importancia que tenga un entorno adecuado (familia, amigos, pareja, representante) y que no estén constantemente soltando comentarios negativos y metiendo una presión inadecuada al deportista en cuanto a los objetivos.

Si consigue tener un entorno tranquilo que se centra en que el proceso vaya fluyendo y tratarlo con total normalidad, conseguiremos que el deportista esté tranquilo y como decimos en puntos anteriores pueda disfrutar y divertirse del proceso que está viviendo.

Si por el contrario tiene un entorno tóxico, el jugador estará constantemente en un estado de enfado global y todo lo que le suceda distinto a lo que él crea que debe ser, estará fuera de lugar y siempre con pensamientos negativos y con un estado emocional inadecuado.

Lo que el jugador necesita en todo momento es una tranquilidad interior para poder sacar su mejor versión, cuándo esto ocurre solemos decir que el jugador está en estado de gracia o en su estado de fluidez.

Cuando el jugador consigue “fluir”, saca su mejor versión, está concentrado única y exclusivamente en el proceso sin pensar en nada más.

El deportista sólo está centrado en lo que está en sus manos y viviendo el presente, no está pensando en lo que puede ocurrir en el futuro. Está pensando y viviendo el aquí y ahora. Es en estos momentos cuando vemos al jugador con total confianza y seguridad en sí mismo y disfrutando realmente de lo que está haciendo en todo momento.

Para llegar al estado de fluidez que anteriormente comentamos, el jugador necesita tener una paz interior con el mismo y que su entorno más cercano le transmita esa tranquilidad que necesita para que todo fluya y vaya perfectamente.

Lo que el coach hará con su coachee(deportista), es guiarle y acompañarle en el proceso sin decirle las soluciones buscando la mejora continúa del deportista para llegar a sacar su mejor versión ya no sólo futbolísticamente sino también en el aspecto familiar y con su entorno.

La diferencia entre un deportista de alto rendimiento y uno de élite, no está diferenciado nada más en que el de élite tiene un equilibrio emocional mucho mayor que el de alto rendimiento.

Es vital sobreponerse a los momentos de debilidad y sacar de estos los puntos a reforzar y salir más fuerte de ellos en vez de hundirse.

En el deporte de alto rendimiento hay un ejemplo bien claro de ese equilibrio mental cómo puede ser el tenista Rafa Nadal. Como cuenta él mismo en su libro, cuando fue campeón de España, su entrenador y tío Toni Nadal en vez de decirle lo bien que lo había hecho tras proclamarse campeón de España le trajo una lista de jugadores que habían conseguido lo mismo que él y los que no habían llegado al alto rendimiento tras ganar lo mismo que él.

Sabéis lo que hizo Rafa tras ver todos esos nombres, en vez de quedarse parado le dijo a su tío vamos a seguir entrenando para poder conseguir nuestra meta final.

Es un claro ejemplo de superación día a día no sólo por todos los títulos y trofeos que ha ganado, sino porque siempre se ha sabido sobreponer de las adversidades.

Ha sido un deportista con bastantes lesiones en las rodillas y siempre que ha vuelto a competir, ha sacado su mejor versión consiguiendo de nuevo resultados cuando nadie pensaba que lo iba a conseguir. Todo esto es debido a su equilibrio mental en los momentos de debilidad y en los puntos decisivos.

En vez de desanimarse y desconectar cuando tiene un punto importante y lo pierde, lo que hace es olvidarse del punto anterior y centrarse en el siguiente punto con el objetivo de conseguir ganarlo y estar más cerca del objetivo que no es otro que la victoria.

También hay que tener en cuenta que no vale todo para ganar que hay una serie de valores por encima de la victoria. Como bien siempre ha demostrado Rafa Nadal, hay que saber perder y felicitar al rival a la vez que valoras y analizas el partido para buscar una mejora individual después de cada partido.

Esta serie de valores a lo que nos van a llevar es a conseguir una mejoría individual mucho mayor que si valoro la victoria por encima de todo, a tener un mayor equilibrio mental y a valorar y disfrutar del proceso mucho más que si solo vemos ganar a cualquier precio.

Concentración

 

Todas las personas tenemos 2 yo interiores, el número 1 y el número 2. El yo número 1, es el que debe tener todo controlado, nos habla interiormente constantemente mostrándonos la negatividad por que no hacemos las cosas cómo el quiere que lo hagamos o está acostumbrado.

Este yo lo que busca es la comodidad y no salir de la zona de confort y busca hacer todo a la perfección.

Todo esto, nos lleva a generar situaciones de estrés y incomodidad con nosotros mismos llegando a decirnos mensajes negativos constantemente, lo que nos lleva a desconcentrarnos y a sacar nuestra mejor versión como persona.

Otra cosa que consigue es tensarnos los músculos de una manera mas elevada llegando a bloquearnos a la hora de realizar un movimiento o un disparo fácil, llevándonos a no acertar y no conseguir nuestro objetivo generando una frustración y un enfado grande con nosotros mismos.

El yo número 1 busca acallar constantemente al yo número 2 y que éste haga lo que él dice en todo momento mandando mensajes negativos constantemente y teniendo controlado todo en todo momento.

Mientras que el yo numero 2, es más creativo, mucho mas visual centrándose especialmente en las imágenes y lo que les llega a nuestros ojos para poder conseguir lo que buscamos. Busca interiorizar lo que se le ha enseñado de manera visual, para después realizarlo de la forma más relajada y adecuada posible.

Mediante el yo número 2 lo que conseguimos es innovar y buscar distintas fórmulas para seguir creciendo en el día a día y ser mejores.

Cuando conseguimos que el yo número 2 acalle en nuestro interior al yo número 1, tenemos una mayor precisión ya que nuestros músculos están mas relajados y parece que los movimientos salen solos sin que nosotros lo buscásemos.

En este momento, es cuando nos quedaremos asombrados de lo que podemos conseguir y el nivel verdadero que tenemos y al que podemos llegar.

Todo esto, se consigue debido a que el deportista está concentrado en el aquí y ahora sin pensar en lo que puede suceder en el futuro.

Como anteriormente explicábamos en el punto de equilibrio, a este momento le llamamos “fluir”. En este punto conseguiremos que el deportista saque su mejor versión y consiga los resultados y objetivos que él estaba buscando desde que decidió vivir por y para el alto rendimiento.

Cuando el deportista fluye todo va en orden, sale cómo queríamos y además de todo esto disfruta del proceso consiguiendo resultados de una manera más eficaz.

Esto se debe a que se está en un estado de relajación y concentrado en lo que hay que hacer, obviando los comentarios negativos que le hace el yo interior número 1. En este momento, el yo número 2 está consiguiendo acallar al yo número 1.

Durante todo este proceso, el yo número 1 intentará no escuchar y mandará mensajes negativos para evitar ser acallado por el número 2. Todo esto, es debido a que el yo número 1 no confía lo suficiente el número 2.

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